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Pensamiento Del Día

Aun en medio de las tormentas, entregaré mis penas a Cristo y me relajaré

Leer Marcos 4:35-41

Él se levantó, reprendió al viento y ordenó al mar:

—¡Silencio! ¡Cálmate!

El viento se calmó y todo quedó completamente tranquilo.

Marcos 4:39 (NVI)

 

Vi como mi hijito intentaba sin éxito hacer funcionar la rueda d su juguete casero. Se sintió tan frustrado que se rindió. Lo dejo de lado y rompió en llanto.

Ante su reacción, recordé mis propias frustraciones. En mi caso, las cosas tampoco estaban funcionando. De las dificultades en una relación a las desventuras de estar desempleada, tenía más que suficiente. Así como mi hijo, me tentaba la posibilidad de abandonar todo y darme por vencida.

Sin embargo, entre toda la confusión que reinaba en mi cabeza y las tormentas a mi alrededor, una palabra se distinguía con claridad: «Relájate». Soy una persona inquieta e intentaba con desesperación solucionar la situación. Probé varias posibilidades, pero fue inútil.

Entonces, finalmente decidí recurrir a Aquél que calmó la tormenta. Decidí obedecer a su Palabra y escuchar su consejo sabio. Tengo la certeza de que yendo en mi barca con Cristo, cruzaré a salvo hasta la otra orilla. Todavía estoy en el viaje. Aunque arrecien las tormentas, sé que junto a Cristo no debo desanimarme.

Oración: Cristo Jesús, quédate a nuestro lado en las tormentas. Ayúdanos a confiar en tu voluntad y en tus caminos. Amén.

 

Sra. Chiazo Ohiudu (Estado de Ebonyi, Nigeria)

 

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