Un lugar para crecer

 

San Lucas 21: 27.

“Esas cosas serán una señal de que estoy por volver al mundo. Porque entonces me verán a mí, el Hijo del hombre, venir en las nubes con mucho poder y gloria”

 

La venida del Hijo del Hombre no será cualquier cosa. El evangelio de san Lucas nos habla de las grandes señales que se presentarán, y con ello nos demuestra que nadie, absolutamente nadie, pondrá en duda la venida de nuestro Señor. Los astros le obedecerán y se producirán señales que todo ser humano al verlas quedará “sin aliento”. La venida será en “una nube con gran poder y gloria” el Señor Jesús viene, pero no dice cuando, así que lo mejor es estar preparado. Durante el tiempo de espera, la tentación amenaza siempre al creyente ante la dilación de la venida del Señor; la tentación de la comodidad, de dimitir la lucha, la tentación del placer, de la riqueza. Es necesario perseverar en el bien y en la práctica de la honestidad. Jesús nos exhorta a no dejarnos aturdir por las preocupaciones de la vida, no es raro ni difícil que esto suceda; la urgencia de los asuntos temporales, que por un lado no se pueden descuidar, sino que hay que atender con esmero y preocupación, puede incidir en el descuido de los asuntos espirituales y de apostolado.

En esta época del año utilizamos una corona llamada «corona de adviento» hecha de ramas verdes que simbolizan la esperanza en la venida de Cristo al mundo, el círculo de la corona es símbolo de la eternidad, porque no tiene principio ni fin, así como Dios que no tiene principio ni tendrá fin.

Alrededor de la corona se colocan cuatro velas que representan las semanas de preparación para el nacimiento de Jesús, las luces de estas cuatro velas, que se van encendiendo cada domingo, representando temas de nuestras vidas cristiana, como la esperanza, la conversión, la fe, salvación, que este tiempo de espera o de regreso del hijo del hombre, nuestra esperanza, sea la conversión de mis actitudes indiferentes hacia mis hermanos o compañeros, hacia Dios mismo, que por medio de la fe, pueda convertir mi forma de tratar a otros, siendo más amable, empático,  sabiendo que la salvación es por gracia y que las obras se manifiestan cuando Cristo vive en nuestros corazones.

 

Jorge Núñez Berrios

Asistente de Capellanía.