Un lugar para crecer

¿Has tomado tiempo para oír la voz de Dios hoy? Él quiere hablar contigo cada día y darte fuerzas para que enfrentes con esperanza y determinación los retos que se te presenten. Aquí tienes unas verdades muy importantes para reflexionar hoy:  Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo. Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes. (1 Pedro 5:6-7) Cuando intentas hacer todo por tu cuenta y con tus propias fuerzas das cabida a que el orgullo y la ansiedad se apoderen de ti. Es importante que reconozcas con humildad tu necesidad y dependencia de Dios, que aprendas a dejar tus ansiedades en sus brazos amorosos y que esperes a que intervenga en tu vida y en tus circunstancias. ¡Él es fiel, él obrará!  Dios está siempre atento a lo que te sucede, él cuida de ti con paciencia y con amor. ¡Él te ama tanto! Por eso, si te sientes preocupado o desanimado, confía en Dios, él te ayudará. ¡Mantente alerta! Practiquen el dominio propio y manténganse alerta.

 Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.
(1 Pedro 5:8) Tienes un enemigo que te quiere destruir: el diablo. Por eso necesitas prestar atención y no dejar que él gane terreno en tu vida. Llénate cada día del Espíritu Santo y deja que él te guíe y tome el control de tu vida. Aún en los momentos de lucha más intensa cuando piensas que no puedes seguir adelante, el Espíritu Santo está contigo dándote fuerzas e intercediendo por ti.

Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios. (Romanos 8:26-27) Cuando te sientas abatido y desanimado recuerda.  Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. Si estuviereis en mí, y mis palabras estuvieren en vosotros, pedid todo lo que quisiereis, y os será hecho. … Y todo lo que hacéis, sea de palabra, o, de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por él.

 

Jorge Núñez Berrios

Asistente de Capellán