Un lugar para crecer

 

 Mateo 6: 9-13     

Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

Lucas 11: 2 -4

Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.

 

 

DOS VERSIONES DEL PADRE NUESTRO

Entre los años 75-85 d. C. “se redactaron los Evangelios”, pero no existe una explicación “por qué la oración de El Padre Nuestro se nos transmitió en dos versiones”. ¿Es que el Señor Jesús habría enseñado en distintas ocasiones, usando en cada una de ellas una fórmula distinta?

Boff nos dice: “Mateo se dirige específicamente a los judíos que saben orar correctamente. Lucas se dirige a los paganos que no saben orar y ellos han de ser iniciados en la práctica de la oración.” No existe en ambos textos, contradicción alguna entre ellos.

Lucas nos dice que el Señor “fue a cierto lugar a orar. Y cuando terminó de orar uno de Sus discípulos le dijo: SEÑOR, ENSEÑANOS A ORAR.” En Mateo, en presencia de otras personas -en el Sermón del Monte- el Señor les enseña a sus discípulos EL PADRE NUESTRO. Sea como sea, lo cierto es que el Señor Jesús enseña exclusivamente a Sus discípulos esta ORACIÓN. El relato de Mateo no nos dice que fue a la multitud.

Algunos eruditos afirman que la versión de San Lucas sería el original y que los agregados de Mateo tienen fines litúrgicos que la Iglesia pudo haber agregado, sin modificar “el original” de El Padre Nuestro.

Para nosotros los cristianos HOY, es una notable oración que por su brevedad el Señor logra comunicar estupendamente ideas que son fundamentales en nuestra filiación con Dios y a partir de ese acontecimiento, la Nueva Vida en el Señor adquiere mucha relevancia en el diario vivir.

Les invito que en este tiempo tan complejo, podamos redescubrir el valor de la nueva vida en base a La Oración de Jesús: EL PADRE NUESTRO.

 

DEPARTAMENTO DE RELIGIÓN Y CAPELLANÍA LBMWT

Pastor Gastón Cartes Salazar