Un lugar para crecer

ENCUENTRO N°7

¿COMUNICÁNDONOS CON DIOS?: PRIMERA PARTE

 

TEXTO BÍBLICO. Mateo 6:9-10

Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.  Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.   Amén. –

Versión REINA –VALERA.

 

INTRODUCCIÓN: Para enseñarnos a orar, Jesús usó como ejemplo la oración que hoy se conoce como: “El Padre Nuestro.  Hoy se usa como una oración para ser repetida de memoria, a pesar que Jesús nos instruyó que no usáramos vanas repeticiones. El “Padre Nuestro” no es para que lo recitemos de memoria, sino para que nos sirva de inspiración y ejemplo de cómo podemos orar. Trataremos en forma resumida por razones de espacio y tiempo realizar en dos partes la reflexión de la oración.

DEL TEXTO BÍBLICO: –Padre nuestro que estás en los cielos. Jesús nos enseña a ver a Dios como nuestro Padre celestial, que es una de las relaciones humanas más cercanas.  No sólo transmite cercanía sino trae consuelo y un sentimiento de seguridad, porque sabemos que nuestro Padre está pendiente de nosotros y nos cuida. 

-Santificado sea tu Nombre. Lo opuesto a “santificar” es profanar.  La Biblia dice que el pueblo de Dios profana Su Nombre al comportarse mal, y no como es digno de los hijos del Rey. Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios? Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.

Al decir: “Santificado sea tu Nombre”, Jesús está manifestando su deseo de que toda su vida sea para la gloria y honra de Dios—y esta debe ser también nuestra oración.

-Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Notemos que Jesús no oró pidiendo ser llevado al Cielo, donde está el Reino de Dios; más bien, pidió que el Reino de Dios descienda y sea establecido en la Tierra.  El Reino de Dios no es un lugar sino una forma de vida en la cual Dios es reconocido como el Rey, y sus súbditos viven como Él manda. 

La oración de Jesús no es sólo un buen deseo o una profecía que se cumplirá hasta que vengan los últimos tiempos; más bien, es una declaración y un compromiso de vivir como Dios manda, y así traer el Reino de los Cielos a la Tierra. 

CONCLUSIÓN: De forma resumida comentamos como es la oración en la vida de los creyentes.      Cuando Jesús oró por sus discípulos, él no pidió que fueran llevados al Cielo, sino que sus vidas aquí en la Tierra fueran transformadas por la verdad del Reino. La forma de traer el Reino de Dios a la Tierra es haciendo Su Voluntad, viviendo como Él manda. La primera mitad del “Padre Nuestro” se enfoca en la voluntad de Dios.  No es sino, hasta la segunda parte que Jesús va hacer peticiones personales…

 

QUERIDOS(AS) ALUMNOS(AS) PROFESORES (AS).  Así se desarrolla este ruego tan significativo y profundo, solicitemos el favor de Dios para nosotros(as) y el prójimo. AMÉN.

 

 

POR EL DEPTO. DE EDUC. CRISTIANA Y CAPELLANIA DEL LBMWT.    

RICARDO ROJAS AGUAYO – CAPELLÁN