Un lugar para crecer

ENCUENTRO N°6

¿FORMAS DE COMUNICARSE CON DIOS?

 

TEXTO BÍBLICO.

Hechos 2:1-2. “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó la casa donde estaban sentados”. Amén

Versión REINA –VALERA.

 

INTRODUCCIÓN: Todas las bondades y bendiciones de la oración, promesas y mandamientos sobre ella, se ven potenciadas de una manera maravillosa cuando la practicamos como iglesia, como grupo. Y hay un ejemplo extraordinario en la Palabra.

DEL TEXTO BÍBLICO: El relato del hecho sigue y cuenta y demuestra que Cristo continúa su obra a través de los creyentes y de la iglesia que ora unida bajo la dirección del Espíritu Santo.
Este es el desafío, asumir y trabajar, con el enfoque de la Palabra que: Cristo continúa su obra a través de los creyentes y de la Iglesia. Necesitamos una Iglesia que reúna grupos de PERSONAS que se apartan a buscar al Espíritu Santo en oración y ruegos. El mismo Señor Jesús nos invita a ponernos de acuerdo entre dos, o más, para orar. Unirse en oración es una herramienta de poder que Jesús da a Su Iglesia. Orar en grupos no es una estrategia humana, sino, más bien, una poderosa estrategia divina que puede modificar la situación de toda una familia, una iglesia, una nación. Si una iglesia pudiera tener grupos de oración que se juntan para orar unos por otros y por motivos específicos de la iglesia, Dios tendría un espacio para intervenir en vidas que son elevadas ante su presencia.

CONCLUSIÓN: Dice la Palabra que “todos somos reyes y sacerdotes”. Significa que todos podemos elevar a otros ante el Señor, en ruego y oración, como sacerdotes que somos. Deberíamos asumir nuestro sacerdocio y orar en grupos por nuestros pastores, líderes, obreros. Los pastores deberían tener grupos que oren por ellos y sus familias, y con ellos mismos. Grupos que eleven su vida personal, familiar y de servicio, ante el Trono de Gracia. El mismo Señor Jesús, pidió a sus discípulos: “Oren por mi”. Él iba al monte a orar solo, sí, pero también Él fue con sus discípulos para orar juntos. Hoy podemos hacer grupos de oración, aun a distancia, gracias a la tecnología. El espacio y el privilegio de orar unidos unos por otros, debería ser fomentado y orientado sanamente por nuestras iglesias. ¡Que Dios te bendiga y sigamos orando juntos!

 

QUERIDOS(AS) ALUMNOS(AS) PROFESORES (AS). LES RECOMIENDO ORAR SIEMPRE, AYUDA A QUE DIOS OBRE EN MEDIO DEL DOLOR HUMANO Y NOS BENDIGA. AMÉN.

 

 

POR EL DEPTO. DE EDUC. CRISTIANA Y CAPELLANIA DEL LBMWT.    

RICARDO ROJAS AGUAYO – CAPELLÁN