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DESCUBRIENDO EL SENTIDO DEL DEVOCIONAL.

                                                                                        I Corintios 14: 26 ssg.

 “Hermanos míos, cuando se reúnan, todo lo que hagan debe ayudar a los demás…”                                                            

 ” Porque a Dios no le gusta el desorden y el alboroto, sino la paz y orden…”                                                               

“Pero háganlo todo de manera correcta y ordenada.”  (L. Sencillo)

  1. PABLO SUGIERE UN ORDEN EN LA LITURGIA, EN EL DEVOCIONAL.

El contexto de estos muy prácticos consejos del Apóstol, tienen relación con el uso sabio de los dones y talentos espirituales derramados por el Espíritu Santo en medio de la congregación. Podemos deducir que se debía tener la delicadeza en el desarrollo del tipo de modelo de culto o devocional que se aplicaba.                    El LITURGO, o la persona que dirigía el Devocional, no debía ser cualquier hermano o hermana. Debía haber obtenido algún tipo de instrucción o conocimiento al respecto para ir dirigiendo de acuerdo a los Elementos del Culto.

El verso 42 de Hechos 2, supone la presencia de un liturgo que pudiera dirigir el culto. Aquí se indican por lo menos tres Elementos del Culto Cristiano: a) Enseñanza de los Apóstoles. b) Partimiento del pan o Santa Cena y c) Las oraciones.

El Devocional, cualquiera sea su forma y/o celebración, sirve como cause para expresar ordenadamente nuestra fe como adoradores y en ese sentido, desde la Iglesia Primitiva, se ha tenido este cuidado. Esta dinámica y práctica de la fe en Jesucristo se debe dar en donde “dos o tres” se reúnan en el nombre de CRISTO. El orden del Devocional debe ser bien elaborado. Sus Elementos podrían variar de una congregación a otra, incluso entre nosotros como Comunidad Confesante, pero lo que no debe cambiar u omitir, es:               

LA INVOCACIÓN A DIOS. Esta parte es fundamental porque nos hace tener presente: Mateo 18:20.                  

 LA BENDICIÓN U ORACIÓN FINAL. En ella se solicita que Dios sea bendiciendo a todos los que son enviados.

Lo que debemos tener presente cuando dirigimos un devocional, por muy breve o sencillo sea; debemos tener la capacidad de “despertar” la viva participación de todos/as en la adoración, desde luego, sin presionar. Todo debe ser guiado “de manera correcta y ordenada” y en el Espíritu del Señor. Debemos estar conscientes, que la “calidad de la adoración”, no depende del número de los presentes. Lo importante es: Adorar al Padre en espíritu y en verdad”. (Juan 4: 23).

                         ¡Qué el Señor nos ilumine para ir comprendiendo “el sentido del devocional”!

  1. DEPARTAMENTO DE RELIGIÓN Y CAPELLANÍA DEL LBMWT.
  2. Gastón Cartes Salazar     –    Pastor