Un lugar para crecer

Él es Dios

Nuestros días, algunos de ellos ni quisiéramos recordar, nos preguntamos porque y pensamos que no merecemos incluso que Dios nos ayude como si entendiéramos y aceptáramos que lo vivido no tiene perdón.

Este momento y los pensamientos que desencadena suenan fuerte en nuestro ser, nos detenemos quedamos sin capacidad de reacción. Derrotados por esta situación sentimos que somos indignos de todo lo bueno que pueda pasar, la culpa golpea, nos sume en un estado de soledad nos niega ante todos, nos aisla el peso de la culpa es mayor que cualquier consejo que podamos escuchar. Esta es la voz que destruye. Nos miente de tal manera que nos hace pensar que incluso Dios está en nuestra contra y cansado de darte su perdón una y otra vez .

Y aparece en la mente el texto: “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia a fin de que teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario abunde para toda buena obra.” 

Su amor ese que nos dio en Jesús es inagotable, no tiene fin y es para nosotros.

 

Hector Samuel Marín

Depto. Religión Metodista