Un lugar para crecer

Recibe la paz de diferentes formas

“Que el Señor de paz les conceda su paz siempre y en todas las circunstancias. El Señor sea con todos ustedes”

2 tesalonicenses 3:16

 

Es bastante normal que en el día a día tengamos una rutina desgastadora de arduo trabajo y de actividad constante. Lo que queremos al terminar esos días es un momento de paz y refrigerio. Pero a veces, cuando regresamos a casa, parece que nos cansamos todavía más. Mientras avanzamos y volvemos a nuestras clases presenciales es difícil no estresarnos y angustiarnos debido al proceso del cambio, es ahora cuando debemos pedir auxilio a aquel que calmó la tempestad del mar bravo, Jesús.

 

Nuestro Dios es la fuente de toda paz. En su Palabra encontramos refrigerio y dirección para calmar nuestros corazones. Necesitamos comenzar por nosotros mismos si queremos traer la paz a nuestra casa y a nuestro ambiente de trabajo. Ahí está la importancia de la Palabra de Dios. Ella nos alimenta y el Espíritu Santo nos moldea dándonos la oportunidad de actuar de forma diferente.

Al acudir al Rey de Paz, aprendemos a descansar en Cristo, el Señor pueda derramar su paz sobre nuestras casas, sobre nuestro lugar de trabajo y en todas nuestras relaciones con otras personas. Experimentemos la paz de diferentes formas:

Pidamos al Espíritu Santo que moldee nuestro comportamiento transformándonos en un instrumento de paz y no de guerra, de conciliación y no de división. Destinemos una hora de nuestra jornada para meditar y orar. Y a través de la oración y la meditación en su Palabra Dios nos alimenta y nos conforta. Reflexionemos sobre la manera en la que podemos promover un ambiente pacífico y conciliador con nuestras actitudes contagiando de paz a quien busca la paz.  Colegas que la unción de amor y de paz puedan contagiar nuestras vidas, nuestros hogares y todo lugar y espacio donde nos relacionemos como colegas.

 

LA PASTORAL DEL LBMWT

Jorge Núñez Berrios Asistente de Capellanía