Un lugar para crecer

Mateo 6: 9-13

Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

 

“EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA, DÁNOSLO HOY…” (11) 

Nuestra necesidad humana no sólo es material, también es espiritual. El pan y el agua “son símbolos del alimento humano”. El Señor reafirma el hecho que “no sólo de pan vive la gente, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios”. “El Pan Nuestro de cada día, indica un llamamiento a vivir por fe” en medio de un mundo tan lleno de necesidades físicas y materiales.

Desde luego que a Dios le interesa también nuestro bienestar físico de nuestro cuerpo; en su ministerio, así lo manifestó el Señor Jesús: sanando a enfermos y satisfizo el hambre física en algunas oportunidades muy puntales. Está implícito en esta petición, que la “oración y el trabajo van muy de la mano”. Para que la semilla dé su fruto, se requiere toda una preparación… Miles de personas padecen de hambre. El problema no está en la producción sino en la distribución equitativa, correcta. Eso es sabido por todos…

La necesidad del pan es individual e involucra a toda la familia y por extensión a toda una comunidad: niños, jóvenes, adultos, etc. “El Pan Nuestro…” lleva la alegría, el bienestar… tanto en el presente como futuro.

Mi consejo es que no debemos “tirar” el pan, si lo hacemos, estaríamos perdiendo el sentido sagrado del pan, pensando que Nuestro Señor Jesús dijo: “YO SOY EL PAN DE VIDA…”. Todos dependemos de un trozo de pan.

 ¡Que el Señor de la Vida nos bendiga y nos provea siempre del pan!

 

DEPARTAMENTO DE RELIGIÓN Y CAPELLANÍA DEL LBMWT.

Pastor Gastón Cartes Salazar