Acciones o Promesas

Todos somos muy propensos a prometer cosas, a nuestros familiares, amigos, cercanos, y sobre todo a Dios. Lo lamentable es que no damos cumplimiento a esas promesas que hacemos, ni a nuestra familia, ni amigos, ni cercanos.

A veces pensamos que, al prometer, Dios nos concederá más fácilmente lo que pedimos, y no recordamos que el Señor conoce aún nuestros más secretos pensamientos.

Dios ha mostrado en su palabra que no es un Dios rencoroso, pero si él espera que antes de prometer algo, actuemos conforme a las escrituras, y como se nos ha guiado. En ningún pasaje bíblico, Dios pide que le hagan promesas, al contrario, él simplemente quiere acciones.

No prometas más sólo intenta con acciones poner en práctica tu fe, y que ese accionar hable mucho más que tus palabras, y que sea aún mejor que las promesas que puedas hacer.

Como dice en Eclesiastés 5:5 “Mejor es no prometer que prometer y no cumplir.” (RVR1995)