Un lugar para crecer

N° 1: EL GRAN MANDAMIENTO:

TEXTO BIBLICO: Marcos 12: 29- 31: El primero y más importante de los mandamientos es el que dice así: “¡Escucha, pueblo de Israel! Nuestro único Dios es el Dios de Israel, ama a tu Dios con todo lo que piensas, con todo lo que eres y con todo lo que piensas, con todo lo que eres y con todo lo que vales”. Y el segundo mandamiento en importancia es : “Cada uno debe amar a su prójimo, como se ama a sí mismo “. Ningún otro mandamiento es más importante que estos dos. Traducción en Lenguaje Actual.

INTRODUCCIÓN: Los líderes judíos en la época de Jesús a menudo discutían por causa de la importancia relativa de los mandamientos. La perspectiva de algunos era que guardar el Sabbath era el mandamiento más importante. Otros pensaban que el más importante era la circuncisión. Otros habían creído, así como muchos judíos modernos en la actualidad, que el mandamiento más importante se encuentra en Deuteronomio 6:5 “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza”.

Así que cuando un abogado le pide a Jesús que opine sobre la pregunta, “¿cuál es el gran mandamiento de la ley?”, le pudo estar pidiendo a Jesús que escogiera un bando en un debate que ya era contencioso.

CONTEXTO BÍBLICO: Pero Jesús se sumerge en una nueva área de conocimiento al responder no solo cuál mandamiento es el más grande, sino la forma en la que las personas lo pueden cumplir. “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”, y luego agrega un segundo mandamiento, de Levítico 19:18, “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Jesús une el segundo con el primero, diciendo que “es semejante”. A través de la lógica de Jesús, amar a Dios está ligado de forma inseparable con amar a las demás personas. Juan hace eco de esta afirmación cuando dice, “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso” (1Jn 4:20).

CONTEXTO PARA HOY: El trabajo es un medio principal por el cual amamos a otras personas. Con frecuencia, es en nuestro lugar de trabajo donde encontramos la mayor diversidad de personas, y su cercanía a nosotros día tras día nos presenta el reto único de amar a quienes son diferentes a nosotros. También amamos a los demás por medio de nuestro trabajo cuando este satisface las necesidades importantes de compañeros de trabajo, estudiantes y apoderados.

Queridos hermanos en Cristo, rogamos a Dios que cada día pongamos en práctica este gran mandamiento de amar a Dios por sobre todas las cosas y por consecuencia amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.