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N° 5 JESÚS PREDICE LA DESTRUCCION DEL TEMPLO:

 

TEXTO BÍBLICO: Marcos 13:1-10: Saliendo Jesús del templo le dijo uno de sus discípulos: Maestro mira que piedras y que edificios Jesús respondió diciendo ¿Ves estos grandes edificios? no quedara piedra sobre piedra, que no sea derribado.  – EDICIÓN REINA – VALERA EN ESPAÑOL. 1960

 

INTRODUCCIÓN: La belleza de este antiguo templo está bien documentada. El historiador Judío Josefo dice que el templo estaba cubierto por la parte de afuero con placas de oro que eran tan brillantes que cuando el sol brillaba su luz era cegadora. Donde no había oro, habían bloques de mármol de un color blanco puro que desde la distancia los extraños pensaban que había nieve en el templo.

CONTEXTO BÍBLICO: Jesús está otra vez sentado, pero en esta ocasión se encuentra en el monte de los Olivos, frente al templo. Desde allí está mirando junto con sus discípulos las hermosas piedras con las que estaba construido el templo y también la grandeza de las edificaciones a su alrededor. En aquellos momentos los discípulos no pudieron ocultar la admiración que sentían por todo aquello, pero fue entonces cuando Jesús habló de la destrucción futura del templo en unos términos realmente muy duros. ¡Cuánto le hubiera gustado a Jesús expresar su admiración por aquel templo de la misma manera en la que había alabado la acción de aquella viuda pobre, pero no pudo hacerlo!

CONTEXTO PARA HOY: El Señor hizo un anuncio sobre la destrucción del templo que sorprendió a los discípulos, y despertó su interés por saber cuándo iba a ocurrir: «¿Cuándo serán estas cosas? ¿Y qué señal habrá cuando todas estas cosas hayan de cumplirse?” Jesús no valoraba las cosas por su apariencia, sino que él miraba el corazón de las personas (1 S 16:7). Para él, aquella hermosa construcción no lograba ocultar la maldad de la nación ni de sus líderes religiosos. De hecho, tampoco el rey Herodes, que había mandado construir aquel templo, preocupado por la gloria de Dios, sino que fue una medida política con la que intentó agradar a los judíos con el fin de ganárselos y así evitarse problemas. Contrariamente a lo que algunos creen, la situación de este mundo no mejorará a medida que pase el tiempo. La historia de la humanidad se dirige a su clímax, que tendrá lugar con la segunda venida de Cristo. Sólo por su presencia será posible el establecimiento de su reino.

La lección está clara: todo aquello que hagamos para la gloria del Señor, por pequeño que sea, perdurará en la eternidad y se multiplicará, mientras que lo que sea de otra manera, será destruido y desaparecerá sin que quede memoria de ello (1 Co 3:11-15).

 

AMADOS, AMADAS, HERMANOS, HERMANAS, JESUCRISTO NO QUIERE QUE NADIE SE PIERDA. –

POR EL DEPTO. DE EDUC. CRISTIANA Y CAPELLANIA DEL LBMWT.  Jorge Nuñez Berrios Asistente de Capellanía.